martes, 7 de julio de 2015

¿Baldón colmexiano u oportunidad para sentar la jurisprudencia Núñez Arancibia en materia de plagio?





Menos de 20 días antes de que El Universal presentara ayer al gran público “la saga de plagios” brutales del “investigador” de origen chileno, Rodrigo Núñez Arancibia, por medio de las redes sociales se dio a conocer entre el gremio de investigadores nacionales, este insulto a la razón y a la dignidad del trabajo investigativo. Por medio del muro del doctor Víctor Gayol, desde el 20 de junio supimos lo siguiente:

Les escribo-apuntaba Victor Gayol-  a petición de mi colega y amigo Javier Villa-Flores (University of Illinois at Chicago), quien me ha hecho saber que en fechas recientes apareció publicado en Michoacán un libro que atribuye a la autoría de un investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo la obra individual y colectiva de un grupo de colegas que trabajaron bajo la coordinación de Susan Schroeder y Stafford Poole. El libro “Religion in New Spain” (University of New Mexico Press, 2007) fue parcialmente publicado en español en 2014 como “Religión y cultura popular en el mundo novohispano”, vol. I, por la UMSNH con créditos para Rodrigo Núñez Arancibia.El prólogo de la edición en español, atribuido a “Eduardo Cavieres F.”, no aparece en la versión original, pero la referencia es confusa. Los interesados ya han comenzado las acciones legales conducentes en este caso (denunciando el caso ante la UNSNH, el CONACyT, y mediante la acción de los abogados de la editorial de la Universidad de Nuevo México) pero al margen de ello nos han pedido a mí y a otros colegas traigamos este asunto a la atención del mayor número posible de investigadores y medios de difusión de nuestro trabajo académico.[2]

Posteriormente, se sabría que el plagio al libro colectivo de los investigadores estadounidenses se dio de forma íntegra (introducción y los seis capítulos), algo, sin duda, brutal por donde se mire: brutal para el comité editorial de la Universidad Michoacana, brutal para los censores atrofiados de CONACYT, que da cabida a los simuladores, vividores, vivales y otros camajanes engordando y dándose vida regalada y burguesa a costa del poco presupuesto en materia de investigación científica de este país, donde la ciencia y la cultura están sometidas a los aspavientos y veleidades políticas. Para los libros que encenegan el trabajo investigativo serio y honrado, no existe otro horizonte más que el que apuntan los investigadores estadounidenses víctimas del plagio: “Las acciones criminales de Núñez Arancibia cuestionan no sólo su credibilidad como historiador, sino también ponen en tela de juicio los mecanismos de arbitraje, revisión por pares, y financiamiento de la Universidad Michoacana y del SNI-CONACyT. Exigimos que el libro sea destruido y esperamos que las autoridades correspondientes tomen cartas en el asunto.”[3]
 Vividores, falsarios, simuladores y seudo investigadores como Rodrigo Núñez Arancibia, quien de enero de 2010 a junio de 2015 obtuvo la friolera de 874,765 pesos en apoyo por ser “investigador” nivel 1 del Sistema Nacional de Investigadores (SIN), no es el único, hay demasiados de ellos incrustados y medrando en las universidades del país: gente que se ostenta con títulos rimbombantes de doctor en tal y tal cosa salidos de universidades extranjeras o hasta del mismo COLMEX o la UNAM, que reciben canonjías, aguinaldos y presupuestos por el solo hecho de decir que investigan, o que ya investigaron al comienzo de los tiempos, o que investigarán el día que la marrana se decida al fin poner huevos.
Podemos apuntar algo más de este “investigador” de origen chileno medrando a costa de los recursos del país. El caso del plagiador Núñez Arancibia pone claramente a ojos de todo el mundo ese pecado de origen de nuestra academia mexicana, enamorada siempre de lo extranjero y de las academias de fuera al día siguiente de la instauración de la primera Universidad fundada en el país en el primer siglo de la conquista: me refiero al racismo de la academia mexicana. El affaire de este plagiador con la academia mexicana, podría titularse de la siguiente manera: “HISTORIAS DE UN PLAGIADOR Y DE UNA MERETRIZ SEÑORA ACADÉMICA MEXICANA AMANTE DE LOS BARBUDOS”. El problema con Núñez Arancibia, aparte de su criminalidad tipo Pinochet, es que es de origen chileno, no mexicano. Es un hecho que entre la academia mexicana, se da uno de los casos más tristes de racismo intelectual: existe racismo académico cuando las universidades y centros de investigación del país, a priori le dan mayor importancia a doctorados de fuera en vez de doctorados realizados en el país con las mismas, o mucho mayores exigencias académicas que los doctorados en el extranjero, aun si el doctorado de fuera del país sea más pato que el pato Donald. Otro caso de racismo académico se puede ejemplificar en la siguiente aserción: entre los malinchistas académicos mexicanos e instituciones universitarias mexicanas, mientras estos le abren todas las piernas a los investigadores “extranjeros”, a los investigadores mexicanos les piden hasta las perlas de la virgen. Por el sólo hecho de que un “investigador” provenga de fuera del país, la meretriz academia mexicana  rara la vez le exige transparencia, credibilidad, y otras cosas que no viene al caso citar aquí.

El caso de Rodrigo Núñez Arancibia, resulta interesante no sólo para analizar el racismo de la Academia Mexicana; resulta atractivo no solamente para diseccionar la enfermedad y el delito del plagio de los estériles de pensamiento y de escritura,[4]  sino que nos sirve para apuntar cómo reaccionará uno de los centros de investigación más importantes del país, el aristocrático Colegio de México (COLMEX), institución que en 2004 Núñez Arancibia obtuvo el grado de doctor en Ciencia Social con especialidad en Sociología. Y es que, según la nota de prensa de El Universal, la tesis de Núñez Arancibia, Las transformaciones del empresariado chileno: empresarios y desarrollo (401 hojas) resulta una “transcripción casi total del libro La revolución empresarial chilena,” de la investigadora chilena Cecilia Montero Saavedra, en al menos 90 por ciento del texto original.[5] Montero Saavedra, al saber del saqueo cultural que fue víctima su esfuerzo académico de las manos de un “colmexiano”, exige que al menos saquen del catálogo de la biblioteca Daniel Cosío Villegas esa falsa tesis: “Lo que me deja anonadada es la impunidad en que quedó por 10 años no sólo él sino su Dirección de Tesis que no validó nada del trabajo empírico. Lo delicado es que yo me comprometí al buen uso de la información con mis entrevistados. Conocí el CES de El Colegio de México y tuve siempre una muy buena imagen de lo que hacían. Tendré que verificar que, al menos, saquen esa falsa tesis de sus registros y bibliotecas”.[6]
La respuesta a estos hechos que van contra toda ética académica (y ya no digo que tipifica como delito) por parte del COLMEX, provino del director del Centros de Estudios Sociológicos de dicho Centro investigativo: no existen pruebas para considerar hasta ahora que existe el delito de plagio,[7] a pesar de que la misma Secretaría Académica del COLMEX, mediante un comunicado aparecido en su muro del Facebook, señaló que tenía conocimiento que “desde hace algunas semanas de que un egresado ha sido señalado por un posible plagio vinculado con su tesis doctoral”. Esa olímpica demora de las autoridades del COLMEX para analizar y cotejar los dos trabajos, ¿se debe a que le importa poco sustanciar completamente este entredicho a la profesionalidad de sus comités de tesis y de los directores y académicos de dicha institución?   Esta respuesta institucional, demasiado institucional del COLMEX, de poner en duda el señalamiento de que la tesis doctoral de Núñez Arancibia sea en realidad un plagio piratezco, da mucho qué pensar. Es posible que el aristocrático COLMEX, aunque diga y maldiga de que procederá en derecho, realmente no procederá contra el pantagruélico plagiador salido de sus aulas, el infame Rodrigo Núñez Arancibia, quien ha dejado caídos por el culo tanto al ya sabido mafioso y mercenario SNI, así como ha sentado un precedente terrible a los procesos de titulación del alumnado del COLMEX: ¿Es un caso aislado en el COLMEX lo hecho por Rodrigo Núñez Arancibia?[8] ¿Tendrá los arrestos y la honorabilidad necesaria el COLMEX para quitarle el grado al delincuente si se comprueba que su tesis doctoral fue plagio, como al parecer así fue?, ¿Destituirá al sínodo del falsario plagiador por sus graves omisiones y acciones? Mi opinión es esta: el COLMEX, más bien, contra viento y marea sustentará que la tesis doctoral del plagiador se hizo conforme a las normas establecidas en los procesos de titulación de esa institución, y, por lo tanto, piensa cortar las especulaciones de que cuenta con tesistas piratas: para el COLMEX, la tesis doctoral de Núñez Arancibia es una tesis con toda la legalidad posible. Porque si esto no hiciera, Núñez Arancibia, el plagiador brutal que comió casi un millón de pesos del sistema mafioso del SNI en un lustro, será el baldón eterno para dicho Colegio creado por españoles.
No obstante, aunque el Colegio de México refrendara, contra viento y marea, que la tesis del plagiador  Núñez Arancibia no fue plagiada porque, al parecer, para un posibible lógica del COLMEX  el 90 por ciento de plagio no representa plagio alguno, el COLMEX está obligado a actuar contra las actuaciones criminales y para nada éticas de su egresado de origen chileno con respecto al libro Religion in New Spain: el Colmex (y vale lo mismo para las distintas universidades y centros de investigación del país) debería sentar un tipo de jurisprudencia llamada Caso Núñez Arancibia, que significa que TODA INSTITUCIÓN EDUCATIVA DE PRESTIGIO SE RESERVA EL DERECHO Y LA OBLIGACIÓN A FUTURO, DE REMOVERLE EL GRADO ACADÉMICO A SUS EGRESADOS QUE INCURRAN EN ACCIONES Y HECHOS QUE PONGAN EN ENTREDICHO LA HONORABILIDAD DE LA INSTITUCIÓN, como es el patente caso del delito de plagio.
Con el boom de la eficiencia terminal y los puntos para el SNI que persiguen los mercenarios académicos (a veces, con tal de titular  a granel, se aceptan mamarrachos de tesis[9]), los procesos de admisión para postgrados en México, al parecer se van flexibilizando como producto del neoliberalismo en la educación en el país, cuando lo que se requiere es más exigencia académica, investigativa y educativa. La academia mexicana, aparte de ser una academia racista y enamorada del extranjero “conquistador” y las modas del imperialismo académico, en gran medida es una academia simuladora y engolosinada con sus cotas de poder en intra-muros universitarios. Creíamos que el COLMEX, esa institución que tanto nos ha dado a todos (colmexianos y no colmexianos), estaba libre de esas grillas provincianas, pero al ver la duda de los procesos de titulación instaurado en la mala conciencia nuestra por el affaire Núñez Arancibia, uno no puede dejar de apuntar que, para entrar al COLMEX, una tradición muy mexicana, la de padrinos, es lo primero que cuenta: vale más en el COLMEX las cartas de recomendación que un buen proceso de selección.



[1] Doctor en Historia.
[2] Comunicación del doctor Víctor Gayol encontrada en el muro de Facebook de la doctora Diana Birrichaga, 20 de junio de 2015.
[3] “Nuevo caso de plagio serial en la academia. Acusan a investigador de Universidad Michoacana”, artículo de Geraldo Martínez, El Universal, 6 de julio de 2015.
[4] Sobre el plagio, véase “El plagio y su impacto a nivel académico y profesional”, de Armando Soto Rodríguez, E-Ciencias de la Información Revista electrónica semestral, ISSN-1659-4142 Volumen 2, número 1, artículo 2 Enero - junio, 2012 Publicado 1 de enero, 2012 http://revistaebci.ucr.ac.cr/ Un punto de vista eminentemente jurídico del tema, se puede ver en el trabajo de Manuel Becerra Ramírez “El trabajo académico, plagio y derechos de autor”, 2012, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, texto en línea: http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/7/3138/11.pdf
[5] “Nuevo caso de plagio serial en la academia. Acusan a investigador de Universidad Michoacana”, artículo de Geraldo Martínez, El Universal, 6 de julio de 2015.
[6] Ibidem. Hasta el momento en que escribo este artículo, la tesis del plagiador compulsivo todavía es posible de descargarse en pdf de la biblioteca del COLMEX.
[7] “El Colmex: ‘No hay pruebas para afirmar que tesis fue plagiada’”. El Universal, 7 de julio de 2015.
[8] Puedo apuntar, que al menos existe un colmexiano de Yucatán, que si bien no puede decirse que plagió una tesis doctoral completa como lo realizado por Núñez Arancibia, sí utilizó, en la mayor parte de su trabajo, fuentes de archivo apuntadas en el artículo  “El cardenismo en Yucatán”, de las doctoras Marie Lapointe y Lucie Dufresne. Al que le quede el saco, que se lo ponga.
[9] En el CIESAS Peninsular se han aceptado tesis mal escritas de 179 páginas para opción al grado de doctor. Aunque la cantidad no es calidad, descreo que en este caso de las 179 páginas que apunto, sean páginas de completa calidad investigativa. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bien por llamar las cosas por su nombre! No son "equivocaciones", "errores" ni "descuidos", es la violación flagrante de los derechos de autor que da becas, títulos universitarios, cargos, etcétera.

En Colombia estamos igual. Solo ver la página www.plagiosos.org para darse cuenta que abundan los "académicos" de papel y no hay sanción, las universidades encubren y niegan pero no quitan cargos ni títulos. Tres casos entre otros:

MARTÍN PRÁGER M. y EFRAÍN ESCOBAR G. publicaron el libro "Agricultura y ambiente" en el cual se robaron el trabajo intelectual de ALFREDO OSPINA y otros investigadores. Cerca del 90% del libro de Práger y Escobar es copia pero la UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA no ha podido concluir la investigación preliminar más de 10 años después ni retiró a MARTÍN PRÁGER MOSQUERA de la decanatura sino que sacó los libros fraudulentos de circulación. ENCUBRIMIENTO SIN SANCIÓN.

MARÍA SALOMÉ SÁNCHEZ MONSALVE se graduó de la Licenciatura en filosofía de la PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA de Bogotá con un trabajo de grado plagiado de LEOPOLDO ZEA y otros autores ("Filosofía y cultura latinoamericana: una reflexión desde Leopoldo Zea" 2010). Hizo el Máster en estudios comparativos de Literatura, Arte y Pensamiento en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Qué ventajas le dará ese "imperialismo académico"? ENCUBRIMIENTO SIN SANCIÓN.

DIONY GONZÁLEZ RENDÓN es egresado de la UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA de Medellín, publicó en la Revista Escritos el artículo "Acerca de los progymnasmata" (2008) escrito originalmente por JOSÉ ANTONIO FERNÁNDEZ DELGADO. DIONY GONZÁLEZ trató de borrar las pruebas del fraude y dio una "retractación". Ahora cursa el Doctorado en Humanidades en la Universidad Carlos III de Madrid como BECARIO DE COLFUTURO (elegido entre muchos postulantes). Más "imperialismo académico"? SIN SANCIÓN Y CON BECA!

Se hizo denuncia de estos casos sin éxito, entonces que se propague esta información. Si las instituciones no sancionan al menos que haya sanción social. Que las infracciones se hagan públicas, no es bulling, así se responde al encubrimiento y la impunidad. NO MÁS SILENCIO NI EN COLOMBIA NI EN MÉXICO! NO MÁS COMPLICIDAD INSTITUCIONAL!

Unknown dijo...

Estimado Gilberto,
le envío la siguiente liga, en la que puede leer que su pronóstico sobre el comportamiento de El Colegio de México sobre el caso de plagio de un ex estudiante nuestro del Centro de Estudios Sociológicos, resultó, afortunadamente, equivocado.
Saludos cordiales,

Marco Estrada Saavedra

http://www.eluniversal.com.mx/articulo/cultura/letras/2015/07/10/colmex-retira-grado-doctor-por-plagio

Anónimo dijo...

Visite el estudio de caso N° 14: ¿Plagio en artículo “Identidades étnicas, identidades sociales” de Rodrigo Christian Núñez Arancibia, docente y directivo de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH)? México.
http://www.plagiosos.org/index.php?section=25

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