domingo, 26 de mayo de 2013

MARTINA

Me gusta el tenis por un motivo del corazón, y es el hecho de que estuve tirando suspiros por Martina Hingis casi toda mi adolescencia...Me acuerdo, todos los días iba a comprar el periódico y después de leer las secciones "cultas" (editoriales, sección internacional), dejaba para el final, como postre, la sección deportiva. Buscaba a Martina (ella tenía 3 años más que yo) en la primera página, y no estaba; en la segunda, y tampoco, pero al final siempre aparecía, con esa falda tan corta y esos ojos grises y tristes y esas piernas tan duras pisando la arcilla de un Roland Garros o el cesped sagrado de Wimbledon. Cuando entré a estudiar en la universidad, por Martina me escribí un semestre a un paraescolar donde se enseñaba el tenis: me compré una raqueta de medio uso pero buena, y me fui a aprender, a los 19 años, este deporte que, me dicen, es de pocos...Yo no sé, a mi el tenis me sigue pareciendo el único deporte que se debería popularizar...Lástima que a las bestias no les guste la individualidad...

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