sábado, 27 de abril de 2013

MIS DOS ÚNICAS SECRETARIAS

Hoy saqué toda la bilis que traía atorada en el gaznate: externar tus molestias es un acto de salud, y haciéndolo por escrito es más civilizado...Ahora sí, como decía una secretaría de Chetumal: Puros "pensamientos positivos, pensamientos positivos" este día (en estos momentos manifiesto una sonrisa irónica). Por cierto, ¡cómo olvidarse, o cómo no olvidarse de doña Eva! Esa señora fue la única secretaria que he tenido a lo largo de mi vida, y eso se debió a un servicio social que hice en el DIF de Chetumal (hacía demandas de divorcio, ayudaba en las interposiciones de acusaciones penales, la hacía de psicólogo, etc, etc). Doña Eva, siempre, todas las mañanas, no faltaba un día, me recitaba sus pensamientos positivos, me decía así:
"Hoy le tengo un pensamiento positivo bien lindo, con este pensamiento positivo, dejará de gruñir hoy licenciado...."
Yo, al escuchar el "pensamiento positivo", efectivamente, dejaba de gruñir…un instante nomás, porque sin terminar doña Eva la palabrita aquella de “licenciado” (y era peor si decía “Lic”), me sacaba una roncha que solo se calmaba yendo a saludar a la secretaría del otro lado del edificio llamada, si mal no me acuerdo, Gema: Gema tenía 33 años, era meridana, me decía paisano, y yo con mis 23 abriles estaba arrobado por Gema, fue un amor que no cruzó el umbral del coqueteo recíproco, y siempre decía:
"¡Cruel destino, el mío, que en vez de tener como secretaria a Gema la de poderosas piernas y bellas cumbres de morenío, tengo a doña Eva, la de los tristes pensamientos positivos".
Porque doña Eva era una chetumaleña que viviendo 60 años en ese pueblo del sur de Quintana Roo -llegó a Chetumal a los 5 años- siempre decía, cuando alguien la provocaba con eso del origen familiar, que era y seguía siendo de Sinaloa, etc, etc., aunque su acento chetumaleño la delataba a más de dos millas a la redonda, y sabía quién era quien en el Barrio Bravo, y quién fue el chino Lam, etc, etc…
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Hoy me acordé de doña Eva, y no sé por qué, me acordé también de Gema, de Gemita….¿En donde diablos andarán?

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