martes, 2 de febrero de 2010

Estulticia


El mayor encanto de la mujer –señaló el excesivo Erasmo de Rotterdam –es su estulticia. Platón hesitaba en incluirlas o no en la categoría de seres racionales. Un proverbio griego dice que “aunque la mona se vista de seda, mona se queda". Similar decir podría proferirse de aquella prima hermosa de la mona: aunque se doctore en Salamanca o en la Unam, etcétera. No sigo más, por no caer en el mal gusto de la misoginia…Confieso que yo, sin ti, soy un caso perdido; pero, por favor, maligna mía, no me vengas con tus citas eruditas y tus profundas lecturas schoppenhaureanas rodando por tus unánimes caderas. A ti te quiero desnuda del alma y, por qué no, del cuerpo también. No trates de racionalizar mi deseo.

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