viernes, 22 de enero de 2010

Formulario de comentarios


En el post anterior, un comentario de un anónimo berreaba exultante un odio irracional hacia este su servidor. Como no me gusta, en ningún contexto o situación, la violencia, sea verbal, física o espiritual (soy insufrible al espíritu carretonero), mejor decidí no contestar a los improperios vacunos, y me vi forzado a hacerla de fray Landa, eliminando el mamarracho. Si digo o no digo, si me decido y luego no, a dejar este espacio de crítica, es mi muy personal, puto, pinche y solitario pedo, ¿o no?
Dejo constancia de aquello, y hoy vuelvo a permitir los comentarios, sin cláusulas y sin mojoneras virtuales. Como tengo plena sospecha de dónde proviene la infantil pedrada, en la ventana en el que mi fantasmagórico y único seguidor asentaba sus comentarios, se podrá leer, desde ahora, la leyenda siguiente:


No se admite anónimos prehispánicos, bilis de enanos incoherentes, y menstruos verbales de gordas resentidas por no horadarle los falopios


Espero que chille de lo lindo...y esperaré con paciencia su canina respuesta...thank you ladies and gentleman

1 comentario:

Anónimo dijo...

A estado usted bajo mucha presion!... que ya llego al borde de la histeria! Tomelo con calma! que aun en su corta vida literaria le falta mucho por vivir, por leer, por comentar y demas ... una pastilla de valemadrina! le vendria bien y no espante a los ke lean el post.

Sinceramente. Yo. no soy Anonimo.. Soy yo!

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