miércoles, 7 de octubre de 2009

Sin palabras


Esto solo sucede en la tierra de los Curvatos, Chetumal. Ver a un gato bonachón columpiándose en una hamaca. Habría, supongo, declarar la guerra a los textos foucaultianos para ponernos a retozar nuestra inactividad cerebral, como este felis silvestris catus, que rumia su felinidad frente a las olas opacas de la tétrica bahía.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente foto Gilberto, me pregunto de donde la habrás sacado?

Saludos!
Alejandra

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