jueves, 14 de mayo de 2009

Algo está (muy) podrido en Dinamarca


En su artículo de la semana, Lorenzo Meyer hace el acuse de la lectura del libro, Derecho de réplica, de Ahumada, donde se muestra a las claras la miasma y el aire ralentizado, por la corrupción y el cinismo a grado sumo, en las cúpulas del PRIAN gobierno y la TELECRACIA que los legitima, organismos que sacaron partido político a los famosos videos que grabó el argentino, en el que se le veía a Bejarano llevándose dólares y ligas, Ímaz mentando madres, Gustavo Ponce tomándose su jack Daniels y fumando sus cohibas mientras apostaba fuerte en un casino de Las Vegas.
Lo bueno de ese libro testimonio de Ahumada, es que se comprobaron dos cosas:
Se comprobó que el partido es lo de menos, pues el proyecto de Nación de López Obrador subsiste porque es el proyecto, no de él y de su grupo, sino de las mayorías pobres del país que lo levantaron en vilo cuando el desafuero y el 2006, similar a una ola tempestuosa reclamando la justicia social largamente traspuesta, largamente omitida. El proyecto del tabasqueño es el proyecto de nación del Sur pobre del país, del sur sin tierra, del sur sin los mínimos requeridos para una vida digna; y no el proyecto de los Bejaranos, de los Ímaz y otros especímenes que se dicen de izquierda o se auto nombran como tal, pero que enflaquecen su moral siniestra cuando un tipo sin escrúpulos como es el argentino Ahumada les abre, con su impúdico dinero, la ventana del capitalismo y sus vanaglorias ligeras.
Se comprobó, desde luego, que entre la jibia Fox, el putrefacto narco-Salinas y su asesino hermano, la TELECRACIA televisiva, el estercolero Fernández de Cevallos, la pedófila Iglesia de los monseñores Obispos recibiendo las dádivas del dinero del crimen (el de Ecatepec es un ejemplo de muchos obispos, curas y demás parafernalia pobre de espíritu pero rica en materia), la Suprema Corte, el gato Creel o Fecal, no existe distinción alguna: Es la derecha indivisa, es la mierda de la derecha marmórea, la podredumbre de un grupo avaricioso que con tal de quitarnos la esperanza de que al fin el pueblo tendría cabida en Los Pinos, decidió cortar, a base de desafueros, de miedo-logía televisada, de videos y puntos de acuerdo con los empresarios y trasnacionales (forzar a la clase trabajadora a votar por el generalito Fecal), cooptación del voto verde de las zonas rurales a base de procampos, más las insistencias admonitorias del ruido idiota de las campanas pedófilas dirigido a los feligreses, el proyecto de Nación que el pueblo delegó a Obrador.
PRI, PAN, o un segmento del PRD (el de los chuchistas), ¿en qué se diferencian?: En nada, pero sí que los singulariza y emparenta algo muy específico, una misma miasma los cobija y genetiza por igual: la miasma vulgar de su personal interés. Salinas recuperó a su homicida hermano junto con su fortuna congelada en Suiza, Fox sentó en La Silla al fascista enano que conocemos por su des-gobierno, los Obispos restriegan sin recato sus vicios pederastas sin que nadie haga algo, mientras que los ricos –extranjeros y apátridas- se hacen cada día más ricos a base del expolio de las mayorías nacionales; y el rugido de la Ola de los pobres, como una voz en off, ha tomado rumbos desesperados: o se han abocado por la resistencia airada, jugar nuevamente bajo las reglas formales de la democracia de los burgueses, o han cortado de tajo con el sistema: ¡al diablo con las instituciones! corruptas, estoy seguro que más de uno secundó a AMLO en ese dictum. Por de pronto, vale la pena recordar que en 2010 se cumple el centenario de la Revolución mexicana. Y podría decirse que Villa y Zapata son, mirando la coyuntura cuasi porfirista que conocemos, nuestros hermanos contemporáneos.

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