viernes, 13 de marzo de 2009

Florence y Jacinta


De la remota playa

Te mira con tristeza

La estúpida nobleza

Del mocho y del traidor.

En lo hondo de su pecho

Ya sienten su derrota.

Adiós, Mamá Carlota
Adios, mi tierno amor...

Y en tanto los chinacos

Que ya cantan victoria,

Guardando tu memoria

Sin miedo ni rencor,

Dicen mientras el viento

Tu embarcación azota;

Adios, mi tierno amor.




He seguido periodísticamente el caso de Jacinta, indígena de la etnia invisible de los hña-hñu o, en el rescoldo semántico colonial, otomí. Jacinta, kafkianamente, fue sentenciada a 21 años de cárcel en diciembre pasado, y al pago de una multa por más de 90 mil pesos, supuestamente por haber secuestrado a seis agentes de la AFI el 26 de marzo de 2006 en los callejones del tianguis de Santiago Mexquititlan, Queretaro, gobernado por el PAN.

Me he adentrado, también, en el otro peliagudo asunto jurídico, el de la rubicunda francesa Florence Cassez, miembro de una banda de secuestradores cuyo radio de acción se localizaba en Ciudad de México y Edomex, y a la cual el vedette de la política gala con ínfulas de "Luis Catorce" o "Maximiliano", el hombrecito Sarkozy, junto con su prostibularia esposa, la caca-fónica cantante Carla Bruni (o Mamá Carlota, según la clásica canción de don Vicente Riva Palacio compuesta para despedir para siempre, desde el puerto de Veracruz, a la ya locatis emperatriz Carlota), se obstinan y pujan por su liberación irrestricta, y se saltan trancas protocolarias y tal parece que le exigen al Miramón Fecal apresurar, para ese abyecto fin, el torcimiento de la torcida ley mexicana por parte de sus esbirros abogados, procuradores con cencerro, jueces de librea, secretarios actuarios vesánicos, ministerios públicos como mujeres públicas y cuantimás palafernaria imbécil que va por el mundo con toga y constitución bolseando a la vida.

Recordemos que Florence Cassez fue condenada -cosa juzgada, instancias agotadas, sentencia firme y resolutoria- a 60 años de cárcel por secuestro. El caso, para ser radicales en nuestras apreciaciones, es que esta "zuava" es una mierda blanca que se vino a embarraganar con un violador, asesino y secuestrador, y fue partícipe, miembra activa de varios hechos punibles que se le han comprobado. No hay duda de que los sesenta años tras la sombra son más que reslpaldados por su negro historiar.

Lo malo es que, con la llegada de Mamá Carlotay su Max Sarkozy a tierras de Anahuac, esta pareja imperial, que, al igual que Fecal Miramón, al no saber ni brizna de historia, creen que los mexicanos no tenemos memoria y como buenos barbados eurocéntricos, están convencidos de que la culpa de todo los males para Florence es únicamente la prefabricación de delitos fraguados por los corruptos mexicanos.
Max sarkosy, Mamá Carlota y Fecal Miramón, sin sombra de duda, estoy seguro de que no asistieron a clases de historia, o se saltaron los capítulos del libro de Clío cuando se hablaba de la Intervención Francesa a México, y así no pudieron leer el parte de guerra de don Ignacio Zaragoza ("Puebla, Mayo 5 de 1862.- Puebla a las cinco y cuarenta y nueve minutos de la tarde -General Ministro de la Guerra - LAS ARMAS MEXICANAS SE HAN CUBIERTO DE GLORIA), ni enterarse del adagio unitario de Negrete ("YO TENGO PATRIA ANTES QUE PARTIDO"), ni que este valiente general fue, junto con sus huestes de indios ZACAPOAXTLAS, columna vertebral para romper la ofensiva de los zuavos del general Lorence.
Traer a colación la historia mexicana referente a Francia, no es con el fin de hacer el reclamo extemporáneo contra la prepotencia eurocéntrica y sí para clarificar ciertos tópicos actuales:


1).- En primera, mal que nos pese, no tenemos a un Juárez en la Silla sino a un "Miguel Miramón" (personaje que se dio la impertinencia de malbaratar la soberanía mexicana a mediados del XIX a don Maximiliano) a todas luces destripador de nuestra parca soberanía nacional. De "Usurpador Huerta", Fecal ha involucionado a padrote de extranjeritos.


2).-En segunda, que el reconocimiento y valía que en su momento los liberales otorgaron a la enjundia amorosa de los indios ZACAPOAXTLAS por una patria mexicana con la cual no se identificaban salvo por el desprecio que los ladinos han tenido hacia ellos, patria mexicana que defendieron con sus vidas de las manos del "Extraño enemigo", que en esos momentos era el francés, primer ejército del mundo que fue derrotado por machetez, hocez, lanzas, hondas y cuerpos de las guerrillas ZACAPOAXTLAS, hoy se contrasta hondamente con el caso de JACINTA Y FLORENCE CASSEZ. Incluso en la prensa del corazón mexicana -corillo de la prensa gala y de toda la prensa extranjera-, vocez de pajarraco homosexuales y putas bien maquilladas han trabado amistad con el sufrimiento de la francesa. Del sufrimiento de Jacinta, nadie, salvo nosotros sus hermanos. Lo mismo podemos decir de la septuagenaria Susana Xocua Tezoco, nahua de Zongolica muerta por violación tumulturia por un Ejército asesino en nada parecido a las guerrillas comandadas por don Ignacio Zaragoza.

3).- Por último, de la cita de Negrete que se encuentra líneas arriba mejor ni hablemos, pues antes uno tiene a la mierda del PRI que a su patria; antes uno consigue la sotana del PAN que a la imagen de su patria; antes un es chuchista o en su defecto pejista, que mexicano.


Estos dos formas de proceder, creo yo, sintetizan a la perfección ese doble marchamo de esta "pendejada colectiva" que es México con sus ominosos miembros de la clase política, sus ministros "pozoleros" de la Suprema Corte, sus escribanillos a sueldo para justificar lo injustificable; esta "pendejada colectiva" que sólo sirve para producir, en su élite, a Miramones racistas, como racista es nuestra condición de Malinche.


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